lunes, 23 de abril de 2018

Feliz Sant Jordi: Libros de mi vida

Los sombríos páramos de Yorkshire y la magia de Hogwarts

 

Mi madre, mi hermana; J. K. Rowling y Emily Brontë


¡Feliz Sant Jordi! ¡Feliz día del libro!

Para celebrarlo, no he encontrado nada mejor que contaros cómo los libros han cambiado mi vida. En especial, quiénes han cambiado mi vida inconscientemente, casi sin pretenderlo. Para ello, quiero hablaros de mis madres literarias, porque sí, en las generaciones anteriormente a la mía, siempre se ha tenido un padre literario, aquel que te influía en tu propia lectura a lo largo del tiempo, pero orgulloso, puedo decir que yo tuve una madre.

Y todo comenzó con la mía propia: un día, vino y me trajo un libro, un libro que me ha marcado en lo más profundo de mi ser a lo largo de toda mi vida. Como el de mucha gente de mi edad, y un poco mayores, este libro fue Harry Potter y la piedra filosofal. Por supuesto, este libro llegó a mis manos después de ver la adaptación cinematográfica que tanto me gustó. Sin embargo, jamás llegó a fascinarme tanto como el mundo en el que J. K. Rowling me introducía; no descubrí que era una autora, y no un autor, hasta años después, lo que dice mucho de la sociedad en la que nos ha tocado vivir (y por eso, tenemos que cambiarla).

Esta fue la primera novela que me compró mi madre y la primera novela que leí. Después, llegarían muchas otras. Siempre me movía en el mundo de las sagas, descubriendo nuevas, encantándome poco a poco. Por citar algunas, Cazadores de sombras o la saga Medianoche. La primera de Cassandra Clare y la segunda de Claudia Gray. Sí, siempre me he movido, por gusto, entre autoras.

Sin embargo, aunque Harry Potter y la piedra filosofal marcara mi vida personal, no fue el libro que marcó mi vida profesional. Para ello, tengo que remontarme a 2008, cuando tendría 13 añitos. Mi hermana, tras ver la adaptación cinematográfica, se compró la saga Crepúsculo de Stephanie Meyer. Cuando terminaba un libro, me lo dejaba leer a mí. Yo, ávido, los devoraba.

Luna llena. En Luna llena, Bella Swan leía el libro que cambiaría mi concepción de la literatura a mi corta edad: Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. Se me ocurrió comentárselo a mi madre, quien casualmente, vio una edición bastante barata, la de Alianza Editorial. Me la compró y entonces, probé por primera vez algo de la literatura clásica por gusto.

Estudio un Doble Grado en Estudios Ingleses y Filología Hispánica; siempre me había encantado la literatura, la sintaxis y la historia, pero el motivo por el que no sabía si decirme entre Hispánicas o Inglesas (y por suerte, un año antes de mi aventura universitaria se creó el Doble Grado que ya estoy terminado) era Emily Brontë.

Con esta entrada no quiero solo comentar mi experiencia, sino reivindicar el papel de las autoras en literatura juvenil. Ahora mismo, después de tantas lecturas, pueden gustarme más o menos estas historias que tanto adoraba en mi pre-adolescencia, pero sí sé que fueron estas las que me introdujeron en la lectura y lo agradezco, lo agradezco muchísimo. No sé qué sería de mi vida si mi madre y mi hermana no me hubieran puesto en las manos esos libros.

De nuevo, ¡feliz Sant Jordi! Comprad un libro, leed a una autora, agradeced a una madre, porque os aseguro que no sabéis qué os deparará la vida si le dais una oportunidad a ese libro que jamás hubiera pensado leer si no hubiera llegado a ti.

sábado, 21 de abril de 2018

Reseña: The Magicians - Lev Grossman


02. Lo que ni siquiera la magia puede salvar


Título: The Magicians | Los magos
Autor: Lev Grossman (traductor: Francisco Pérez Navarro)
Editorial: Ediciones B
Precio: 9'50 euros
Número de páginas: 496
Enlaces de compra: Amazon (en español) Amazon (en inglés)

«Deja de buscar la siguiente puerta secreta que te lleve a tu verdadera vida, deja de esperar. Ya la tienes; no hay otra. Estás aquí, y más te vale disfrutarla o seguirás sufriendo vayas donde vayas, hagas lo que hagas el resto de tu vida, eternamente».





Sinopsis: Quentin Coldwater es un chico brillante pero desdichado que vive obsesionado con las novelas de fantasía que leyó en su infancia y que transcurrían en un país mágico llamado Fillory. Cuál no será su sorpresa cuando, inesperadamente, es admitido en una universidad neoyorquina de magia muy secreta y exclusiva, donde recibirá una educación rigurosa sobre los arcanos de la hechicería moderna y donde descubrirá la amistad, el amor, el sexo, la bebida... y el aburrimiento. Porque a pesar de los increíbles descubrimientos que ha hecho a lo largo de estos años, siente que le falta algo.

En primer lugar, me gustaría recalcar que la sinopsis no está tomada de la contraportada de la edición hispánica de la obra. Básicamente, porque la he leído en inglés, así que he traducido y resumido un poco de la contraportada original (por eso, como imagen, también he elegido la portada del libro en inglés. Según tengo entendido, es de las primeras ediciones).

La premisa de la que parte la obra es sin duda original. Es una especie de modernización y de parodia de todas las fuentes de literatura fantástica que toma el autor. Por supuesto, la más notable es la de Harry Potter de J. K. Rowling, pero también hay que destacar la de Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis o la de The Once and Future King de T. S. Eliot.

Sin embargo, ¿qué diferencia a autoridades de la literatura fantástica anteriormente mencionadas de Lev Grossman? La forma; su escritura. No me ha gustado nada la primera obra de la saga y por supuesto, no se me pasa por la cabeza perder el tiempo en leer los demás. Los principales problemas que he encontrado en la prosa de Grossman son: la narración, el diálogo y la descripción. Sí, todo. Porque diálogos insulsos no me valen para desarrollar una idea paródica, y tan buena, como la que tenía, y tampoco una descripción vana, sin nada de contenido.

No obstante, lo que más me molesta son los fallos en narración: no puedes contar una historia épica con unas pocas líneas; no puedes crear un clímax como si estuvieras escribiendo la lista de la compra. Además, otro de los grandes problemas narrativos de la obra es que no hay desarrollo de personajes. El Quentin, protagonista de la saga, de la primera página es el mismo que el de la última y, además, no hay un reparto coral. Toda la narración se sustenta en él, y por lo tanto, es incluso irritante.

No recomiendo la obra, pero sí que recomiendo la serie de televisión. ¿Qué es lo bueno de esta adaptación? Que han cogido los mejores elementos del libro (o sea, su contenido y algunas de sus ideas) y lo han reescrito de una forma totalmente novedosa, original y profunda.

En España, The Magicians, la serie de televisión, se emite en la cadena de pago SYFY España, los martes a las 22.00. Tras dos temporadas buenas, ha llegado una tercera sencillamente espectacular y deliciosa.


miércoles, 18 de abril de 2018

Reseña: El elefante desaparece - Haruki Murakami


01. Cuando conoces a Murakami...


Título: El elefante desaparece
Autor: Haruki Murakami
Editorial: Maxi-Tusquets
Precio: 8'95 euros 
Número de páginas: 344
Enlace de compra: Amazon

«Noboru Watanabe terminó de reparar el aparato poco antes de las cinco. Dijo que le apetecía escuchar algo ligero y mi hermana puso un disco de Julio Iglesias»








Sinopsis: Un hombre que se obsesiona con la insólita y misteriosa desaparición del elefante de un zoo, un abogado en paro que recibe el encargo de su mujer de encontrar a su gato, una pareja de recién casados que deciden atracar un McDonald's en plena noche, una curiosa digresión sobre los canguros, un enano diabólico que baila, un joven empeñado en burlarse de su futuro cuñado, un pirómano confeso... Los protagonistas de estos relatos esperan algo. Un accidente, un hecho azaroso. Todo lo contrario ocurre en la escritura de Murakami, donde nada queda al azar. Alternando páginas inquietantes e hilarantes, El elefante desaparece es una prueba más de la capacidad de Murakami para cruzar la frontera entre lo cotidiano más realista y lo fantástico, capaz de transformar así la trivialidad de nuestras vidas.

Después de haber dejado la breve e intrigante sinopsis que nos regala la obra en su contraportada, vamos a hablar de qué pasa cuando conoces a Murakami, o mejor dicho, su obra: o le odias o le amas; o cree que está sobrevalorado o disfrutas como un enano de su lectura. Yo, al menos de momento, pertenezco al segundo grupo.

Sabía cuáles eran las reacciones ante el autor nipón, así que para comenzar a leer su obra, elegí este libro de relatos. No sabía qué me iba a encontrar cuando abrí sus páginas. Un índice te indica el título de los  diecisiete relatos que vas a encontrar, útil, sobre todo, a la hora de rememorar su lectura, porque sí, no todos los relatos van a quedarse en tu mente.

Algunas de las quejas que se hicieron sobre esta edición del libro se pueden achacar al momento de publicación: 2016 en España, aunque sea una obra que date de 1993 (gracias por vuestro esfuerzo, Maxi Tusquets). Zo no shometsu, su título en japonés, se compone inevitablemente de relatos que ya conocía un aficionado a Murakami si había seguido su obra desde antes. Sin embargo, estas quejas no son convenientes para una primera lectura.

Este compendio de relatos toca desde los inicios del autor japonés hasta su madurez. Esto supone un problema: algunos relatos superan en calidad a otros. No obstante, los mejores relatos superan en cantidad a los primeros, así que no hay de qué preocuparse: «El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes» (9-40), «Sueño» (83-118), «Lederhosen» (127-138), «Asunto de familia» (165-194), «El enano bailarín» (255-280) o «El elefante desaparece» (325-344) son unos de los pocos ejemplos entre los relatos que me impactaron.

Muchos consideran a Haruki Murakami un escritor americanizado, no solo debido a su sintaxis no demasiado compleja, sino también por todas sus referencias literarias, más bien, anglosajonas. No conozco lo suficiente de literatura japonesa, ya que esta fue muy primera incursión, para estar de acuerdo o rebatir esta afirmación, pero si es así, es una buena manera de introducirse al estilo literario japonés.

El eterno nominado al Premio Nobel es sin duda un buen escritor, aunque sus detractores lo califiquen como «escritor de bestsellers». Solo el tiempo dirá si formará parte del canon o no, aunque yo sí que voy a seguir leyéndolo, al menos, hasta que se rompa el hechizo que ha ejercido sobre mí, o al menos, hasta que cambien la traducción; sin duda, una parte importante de mi fascinación con este libro ha sido la labor de los traductores, Fernando Cordobés y Yoko Ogihara.

Gracias por traer Murakami a España.

Reseña: Tokio blues (Norwegian Wood) - Haruki Murakami

08. La inefabilidad de la memoria Reseña de Tokio blues (Norwegian Wood) de Haruki Murakami   Título: Tokio blues (Norwegian Wood)...